El testigo de los López

“Yo sentía la posibilidad de que toda mi familia se fuera del país…No solamente mi persona.” Simón Vera, estudiante de la Universidad Yacambú (UNY), se involucró tanto en la política, que quedó fuera de ella.

Para ese tiempo, Simón tenía muchos problemas con su madre Mariadaniela López, ante su deseo incansable de luchar por una Venezuela libre. Constantemente, ella le decía: “Si te matan, voy a durar con ese dolor toda la vida.”

El 6 de abril del año 2017, a las 3 de la tarde, Mariadaniela se despide para ir a su trabajo… Simón, sin pensar que podía ser su última conversación con ella, le respondió de la siguiente manera:

  • Buenas tardes, me voy a laborar –dijo decentemente Mariadaniela-.

Al no encontrar respuesta, ella se voltea e insistentemente señaló:

  • Simón Andrés ¿Tú no te despides?
  • Buenas tardes –puntualizó-.

Ese jueves del año 2017, había una manifestación en El Cardenalito, al este de Barquisimeto. Simón se fue a protestar con su mejor amigo, Néstor Graterol. Juntos cayeron presos ese día.

En esta oportunidad, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) llegó a reprimir… Cuando los acorralan en un callejón, los policías comenzaron a lanzarles piedras para poder agarrarlos. Cuando no aguantaron más, Néstor y Simón caen al piso. “Nos daban patadas, nos golpeaban en la espalda con la escopeta y luego nos llevaron”, comentó Vera.

Detención Simón Vera
Detención Simón Vera 

Los representantes de la UNY duraron aproximadamente 6 horas con la cara tapada en la patrulla. Los funcionarios les pegaban con un bastón de hierro en la rodilla, en el tobillo y en la cervical. Tras este episodio, Simón presentó una fractura en el tobillo.

Con respecto a lo anterior, la abogada penal, Cristina Coronado, expone que desde la concepción del delito de tortura y las modalidades que se presentaron en el año 2017, se tienen registrados golpes con puños, patadas u objetos contundentes. “Entre las denuncias, se tiene que los funcionarios utilizaban palos cubiertos con trapos o que estaban mojados, con la finalidad de causar un gran dolor sin dejar marcas”, afirmó.

Asimismo, en el camino visitaron la sede de la policía, en la Av. Vargas, y luego los llevaron al Comando de la PNB, por la Av. Las industrias de Barquisimeto, mejor conocido como “La Aduana”. Ese fue su sitio de reclusión durante 16 días.

Visita de un amor eterno

A las 6:06 p.m. del 6 de abril, a Mariadaniela le entró una llamada desconocida… Cuando atiende, se escuchaban gritos y en el fondo se oyó “se llevaron a su hijo”.

Durante su detención, una de las cosas que más recuerda Simón es la primera visita de su madre en el comando. Cuando lo ve, se pone a llorar, y de rodillas le dijo:

  • ¿Por qué estás aquí? –preguntó Mariadaniela-
  • Mamá, yo no estoy aquí porque soy un criminal…Yo no maté a nadie. Yo no robé a nadie. Yo no vendí droga. Yo estoy aquí porque estoy luchando por lo que creo.

Al momento, su mamá no me respondió nada… Luego entendió que tenía razón. Es que amar es la confianza plena de que pase lo que pase, vas a estar, y ella se lo recuerda a su segundo hijo, Sebastián Vera, cuando él le responde a sus “ya vengo” de esta manera: “Así me dijo Simón, y no regresó en 16 días.”

Los primeros días en La Aduana los tenían retenidos detrás de la recepción, durmiendo en el piso. Luego los pasaron a lo que pudo haber sido “un comedor”.

Un día, a las 7 de la mañana, Simón escuchó un “¡¡Boom!!” en el recinto. Los funcionarios habían colocado un mortero en la cama del comedor para simular una ejecución. En ocasiones, los PNB disparaban al piso y gritaban: «Cuidado le das a un guarimbero de esos». Esto forma parte de las torturas psicológicas.

Operación puerta

Meses más tarde, Vera se vuelve a involucrar en el mundo de la política, debido a que sentía que podía dar más por el país y por su familia, quienes eran el motor de lucha… Hasta que un día sujetos no identificados tocaron la puerta de su hogar. Ese día amenazaron a su mamá diciéndole: “O su hijo se queda tranquilo, o nos llevamos a los niños.

Néstor y Simón fueron excarcelados bajo medidas cautelares… Al tiempo, su juez se declaró incompetente, dejando el caso en el limbo. De pronto, los estudiantes de la UNY no aparecían en sistema.

En una oportunidad, Simón recibió una propuesta del fiscal Luz Febres, a través de una llamada. Se trataba de la “Operación Puerta giratoria”, donde las personas que tenían medidas cautelares iban a volver a entrar para pagar servicio y, de esta manera, presuntamente quedarían libres. En esto, se convirtió la justicia venezolana. 

El coordinador regional de la ONG Foro Penal, Abraham Cantillo, asevera que los funcionarios del Ministerio Público son cooperantes de las violaciones a los Derechos Humanos del país, al callar por omisión. “El problema, en cuestión, es politizar la justicia. Actualmente hay 8.700 venezolanos bajo medidas cautelares; esto es una forma de callar voces”, atestiguó.

Ante esta situación, Simón decidió abandonar su país… Después de dos años, su madre, Mariadaniela López, entendió su lucha. En sus tiempos, su mamá fue representante estudiantil, ahora es la Coordinadora Regional del Plan País y miembro del partido político Primero Justicia, teniendo un solo fin: la libertad de Venezuela, junto al pronto regreso de su hijo. De esta manera, la política cambió la vida a la familia Vera López.

Mientras tanto, su hogar extraña sus risas y sus llamados de atención, como todas las familias venezolanas que tienen un familiar en el exterior… Por ello, cada mañana Mariadaniela le envía su bendición, contemplando cada retrato de su hijo mayor.

Al finalizar la entrevista, su madre pidió que le diéramos un mensaje “Díganle que lo quiero, que lo extraño, y que nos vamos a reencontrar luchando por sus sueños.” Amén.

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Mariadaniela López, madre de Simón Vera. 

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